“Una noticia que antes duraba una semana, ahora dura minutos, y a veces, hasta segundos”
Entrevista al Premio Nóbel de la paz Adolfo Pérez Esquivel
Por Ana Almada . Agencia La Oreja Que Piensa. Argentina
Adolfo Pérez Esquivel es un hombre de fuertes ideales, grandes sueños. Toda su vida estuvo enmarcada por la defensa de los Derechos Humanos. Activo luchador incansable por la Paz, motivo por el cual recibió el Premio Nobel en 1980. En este encuentro con La Oreja Que Piensa nos dijo:
(...) -¿Cómo crees que puede contribuir un medio alternativo de comunicación a mejorar la situación de los pibes?
-Contribuye en generar conciencia, en transmitir lo que les pasa, porque esos chicos tienen mucho que decirle a la sociedad. Creo que los medios de comunicación alternativos tiene que abrir un espacio para que sean escuchados. Los chicos tienen el derecho a ser escuchados. No hay que robarles la esperanza ni las posibilidades de vivir dignamente. Creo que un medio de comunicación alternativos tiene que generar esos espacios, ya que queda en claro la posición de los grandes medios masivos de comunicación que lo único que buscan es penalizarlos, encerrarlos, y generarles más daño.
-Por lo que señalas la intervención de los medios masivos en la vida cotidiana de las personas pareciera tener mucho peso: ¿por qué?
-Vengo trabajando desde hace mucho tiempo sobre algunos ejes, la ciencia y la tecnología. Los avances científicos y tecnológicos han cambiado el pensamiento y hay un eje fundamental que me preocupa, que es el tiempo. Hay una aceleración del tiempo provocado por la ciencia y las técnicas. Hoy, desde el punto de vista científico se habla mucho de la aceleración de partículas. La aceleración del tiempo nos cambió el pensamiento. Hoy estás frente a una computadora y si tarda medio segundo más de lo previsto te ponés nervioso o si el tren se atrasa 10 ó 15 minutos o el subte no funciona rápidamente uno ya se desespera porque quiere llegar a un tiempo que es irreal pero que la ciencia y la técnica te impone. Entonces el ser humano perdió el tiempo natural, el tiempo del día de la noche, el tiempo de la contemplación, el tiempo del silencio.
El ser humano vive totalmente acelerado. Y en los medios de comunicación pasa esto. Una noticia que antes duraba una semana ahora dura minutos y a veces segundos, porque hay una aceleración enorme en el tiempo que ya no te da tiempo para pensar, no tenés tiempo para poder elaborar la noticia con tu propio pensamiento, porque todo es tan rápido que te intoxica. Hay una intoxicación también que es propia de la información. Hoy la información que es tan acelerada pasa del drama terrible al deporte o a una noticia superflua, es una avalancha tan grande que no te permite elaborar y por esto ha llevado a una situación de desvirtuar los contenidos y creo que hasta a desvirtuar la palabra. La palabra es energía, entonces cómo recuperamos nosotros la fuerza de la palabra que es el pensamiento. No hay palabras sin pensamiento, por lo tanto creo que hoy toda esta vorágine de lo mediático hace perder la profundidad del pensamiento, la profundidad de la palabra, tenemos que hacer un alto en esto para poder vernos nosotros mismos.
Los medios de información están sometidos a esta vorágine y tienen que comenzar a repensar los verdaderos contenidos. Contenidos sociales, espirituales, culturales. La pregunta es ¿qué hacemos si esto no cambia? Vamos a necesitar de la rebeldía social espiritual, de la rebeldía social, cultural, política, para poder ser personas. El primer paso de todo proceso de liberación es la capacidad de ser personas. Si nosotros no tenemos esa capacidad para reencontrarnos como personas estamos sumergidos en esta vorágine que va hacia ningún lado".
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